jueves, 29 de abril de 2010

a mi pino amigo

Como hace unos días que no escribo, voy a dirigirme a ese pino que intentó lo imposible por sobrevivir.:
Querido pino, sé cuánto te has esforzado por tener tus agujas verdes y frescas. Sé que tuviste un mal comienzo conmigo cuando te saqué del campo y te planté en una maceta (aunque tienes que reconocer que tampoco tenías buenas perspectivas de crecimiento, ahí, al lado de la acera y con unos viejos ejemplares mirándote por encima de la copa). Pero te di mi cariño. Sin embargo no lo supe hacer bien. Y cuando tenías la tierra apelmazada y empezabas a secarte, di el todo por el todo y te transplanté a una maceta con arena de río y arcilla, te puse enraizante y dejé que te recuperases. ¿Qué pasó entonces? Que justo cuando te estabas empezando a recuperar, te cambié a un sitio más soleado y fue la gota que colmó el vaso. Porque la luz del sol te cegó y ya no pudiste ponerte en pie. Lo siento, arbolito, te he fallado, mi impaciencia por verte verde y fuerte nos ha fallado a los dos. Te escribo estas líneas y te digo adiós con un pesar mu grande.

miércoles, 14 de abril de 2010

encina, ¡levántate y anda!

¿que no sabes qué hacer si un árbol se pone malito sin motivo? Pues antes de darle hachazo, queda un paso anterior que conviene probar, por si las moscas.


Ayer cogí al toro por los cuernos, o, más bien, al bonsai por las ramas, y le hice un transplante de tomoylomo. Sí, ya sé que es un pelín tarde para hacer transplantes, pero era eso o un palo.

Dicho y hecho, lo saqué de su tiesto, sin apenas esfuerzo, lo que demuestra lo poco arraigado que estaba el árbol. Mientras preparaba el tiesto -con sustrato y arcilla volcánica a partes iguales- sumergí las raíces en agua para evitar que se secaran.

Y cuando preparé el tiesto, fijé bien el tronco con alambre grueso y quieté todas las hojas, que estabán más secas que la mojama. Ahora el "palo" está como los presos, a la sombra, a ver si acaba la condena je,je.