martes, 26 de febrero de 2013

raices blanditas

Puestos a observar, observé que el ficus que me habían regalado en Navidad estaba perdiendo hojas. Al mirarlo más en profundidad fui a tocarle las raíces y vi que se me hundía el dedo, como una patata podrida, vamos.


Detalle del deo hundío




Así que dispuse del material quirúrgico y me preparé para la operación. Resultó que la tierra estaba más encharcada que un arrozal y las raíces habían cogido unos gusanillos, que para pesca hubieran venido genial, je, je.

Continuará..........